Liberando a la «Blockchain» de la «Supply Chain»

Quien se aproxime de nuevas al conocimiento e implantación de la tecnología Blockchain en la empresa, más allá de las criptomonedas y las aplicaciones financieras, se verá desbordado por las innumerables iniciativas centradas en proponer soluciones para los problemas de gestión de la “supply-chain”.

Esto siempre nos llamó la atención a quienes orientamos el uso de la tecnología Blockchain para la solución de problemas empresariales con la intención de generar un valor inmediato para fabricantes y consumidores. Esta nota trata tanto de profundizar en el análisis de aquella tendencia, como de orientar a las empresas en el modo de abordar la implantación de esta innovación tecnológica.

Es muy probable que la atención a los procesos de la cadena de distribución como potenciales beneficiarios del uso de la tecnología Blockchain surgiera de la pretendida similitud con los problemas en las transacciones financieras y que dio origen a las criptomonedas. En efecto, en la cadena de distribución, tanto aguas arriba del fabricante, como aguas abajo, nos encontramos con numerosos participantes que se transfieren la propiedad de activos con unos sistemas inseguros e ineficientes. Pero aquí se acaban las similitudes pues las dificultades se acumulan a continuación.

Para empezar, la implantación de esta nueva tecnología exige la transformación digital de una operación empresarial de por sí extremadamente difícil por diversos factores:

• Primero por la complejidad estructural de la propia cadena de distribución. Son muy diversos sus componentes y participantes, entre los que incluyen personas, procesos y sistemas de gestión.
• Después, la dificultad propia de la implantación de cambios técnicos, organizativos y culturales.
• Finalmente, el factor humano, determinante último del éxito de toda transformación digital de la empresa y contra el que no podrá llevarse a cabo.
• Y tampoco puede ignorarse el papel de los grandes operadores dominantes en el tráfico internacional de los productos y que condicionan el funcionamiento de la cadena de distribución de la mayor parte de las empresas.

Todo ello no ha impedido, como decíamos antes, la proliferación de soluciones orientadas a resolver el problema del seguimiento de los productos en su peregrinar por la cadena de distribución. Bien es verdad que la mayoría de las propuestas no van más allá de las pruebas de concepto, pero, en nuestra opinión, hacen un flaco favor tanto a las empresas como a la credibilidad de la tecnología Blockchain. Las razones son diversas; se han empezado apuntar antes al mencionar las dificultades de la transformación digital requerida para su implantación y se ven acrecentadas por otras como las siguientes:

• La necesidad de contar con el compromiso de participación de todos los miembros de la cadena.
• La obligatoriedad del diseño de una solución personalizada para cada cadena de distribución.
• El tener que basar su funcionalidad en los llamados “contratos inteligentes” que requieren de una codificación por unos técnicos no muy abundantes.

Los beneficios potenciales para las empresas son atractivos: mayor acceso a la información, mejora de la toma de decisiones, facilitar la colaboración entre departamentos y ganar en seguridad y confianza. Sin embargo, en la práctica, nuestra experiencia respecto a las oportunidades reales es muy distinta:

• Los objetivos de eficiencia, temporal y de costes, de llegar a alcanzarse, tienen un impacto económico limitado.
• La implantación de las soluciones más publicitadas se acompaña de inversiones y costes de consultoría significativos.
• Las empresas proveedoras de esas soluciones están lógicamente interesadas en captar buena parte de ese valor potencial que la empresa aspira a conseguir.
• Los beneficios se buscan más del lado de la empresa que del consumidor.
• El impacto del factor humano en la operación de la cadena hace que las iniciativas fracasen o no lleguen siquiera a materializarse.

En definitiva, es necesario reconocer que el discurso dominante respecto a la implantación de la tecnología Blockchain en la empresa en general y en la “supply-chain” en particular, ha estado condicionado por las grandes empresas proveedoras, con un interés comprensible por asegurar la implantación de su tecnología, establecer barreras de acceso a terceros y obtener beneficios económicos. Pero la complejidad estructural de la cadena de distribución, más los intereses particulares de cada participante, los costes de las aplicaciones, y las barreras de entrada establecidas por los referentes en el sector hacen cuasi imposible un avance práctico de esta tecnología más allá de las pruebas de concepto.

De ahí el éxito, por comparación, de las aplicaciones desarrolladas por BlockTac que, en el caso de la cadena de distribución, se caracterizan por:

• Orientarse hacia los consumidores y buscar la vinculación personal con cada uno de ellos.
• Asegurar el control de la información que acompaña al producto en todo momento.
• No requerir inversiones y tener un coste sin impacto en el precio del producto.
• Ser funcionales aún sin contar con la participación de los miembros del canal de distribución.
• Identificar de manera inmediata y sencilla los problemas de falsificación y de comercialización ilícita.
• Simplificar la solución de los problemas de alerta sanitaria y de retirada de productos defectuosos o contaminados.

Y que además se extienden muchas otras funciones empresariales, distintas de la cadena de distribución, y a otros sectores económicos, más allá del de alimentación y consumo, como el administrativo-legal, el de las acreditaciones profesionales, las obras de arte, medicamentos o los historiales clínicos.