Cómo la tecnología de Blockchain puede beneficiar la atención sanitaria

A la tecnología de Blockchain se le reconoce también la capacidad para transformar los sistemas de atención sanitaria. Lo puede lograr permitiendo cambios fundamentales, como el de situar al paciente en el centro del ecosistema de la salud y el aumentar la seguridad, la privacidad y facilitar la transferencia de información médica. Esta tecnología podría dar lugar a un nuevo modelo de intercambio de información sanitaria al permitir que las historias clínicas informatizadas sean más eficientes, que su acceso a ellas no dependa de la intervención de terceros, y que sean más seguras.

Esta tecnología se apoya en el uso de herramientas criptográficas para permitir que cada miembro de una red asistencial puede participar e interactuar (por ejemplo, almacenar, intercambiar y ver información), sin tener que conocer ni ganarse la confianza previa de los otros miembros.

En este sistema blockchain, no existe una autoridad o referente central; los registros de las transacciones se almacenan y distribuyen entre todos los participantes de la red. Las interacciones con el blockchain son, a su vez, conocidas por todos los miembros y requieren de la verificación por parte de la red antes de que agregar nueva información. Esto permite la colaboración espontánea entre los miembros de la red y el registro audible e inmutable de todas las interacciones.

No todos los problemas requieren una solución basada en el blockchain, pero resulta muy eficaz cuando se se dan estas condiciones:

• Varios agentes generan transacciones que modifican la información en un repositorio compartido.
• Distintas partes necesitan confiar en que las transacciones registradas son válidas.
• Los agentes intermediarios son ineficientes o no son confiables como jueces de lo que es cierto o no
• Se necesita una mayor seguridad para garantizar la integridad del sistema.

En el área de la salud, son muy diversas las potenciales aplicaciones de esta tecnología, algunas de ellas en un estadio de desarrollo puramente conceptual mientras que otras se encuentran ya en fase de implantación. Las organizaciones asistenciales que se planteen la puesta marcha de proyectos que utilicen la tecnología blockchain, se enfrentarán a dos tipos genéricos de posible aplicación:

• Verificar y autenticar la información. En este caso, podrían, por ejemplo, verificar la identidad digital del paciente, sus datos genéticos o el historial farmacológico. Y esto en un nuevo contexto en el que la propiedad de los datos reside en el paciente que autoriza o cancela el acceso a su información a los proveedores asistenciales oportunos.
• La transferencia de valor. Aquí, las instituciones pueden usar la tecnología para generar y transferir valor, ya sea ganando en eficiencia en los procesos asistenciales y administrativos o promocionando comportamientos saludables.

En fases algo más avanzadas de la aplicación de esta tecnología, se puede hacer uso de algunas características singulares, como la de los “contratos inteligentes” que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen determinadas condiciones. Este tipo de aplicación permite personalizar las condiciones que determinan el modo y el momento en el que se intercambia valor, se transfiere información o se desencadenan ciertos eventos. Sobre esta base se pueden establecer aplicaciones para simplificar procesos administrativos, como las autorizaciones previas para el acceso a servicios asistenciales, el pago de los mismos o el reembolso de gastos.

Para su implantación final, algunos defienden la necesidad de elegir entre sistemas de blockchain abiertos, o accesibles por cualquier proveedor, o cerrados en los que sólo se permite operar a un grupo restringido de ellos. Este tipo de decisión, que se defiende en otros sectores, como el financiero, nos parece que va en contra de la propia naturaleza de esta tecnología, y perjudica a quien es el verdadero propietario de la información, el paciente, lo que resulta en un verdadero sinsentido.